jueves, 31 de diciembre de 2020

Fin de año

Acabamos el 2020 con 32 entradas, 31 de ellas de plantas.

Todo empezó con la idea de aprovechar las salidas al monte con mi hija y mi perro para escoger un par de plantas en cada paseo y buscarlas al llegar a casa.

Pues bien, la chiquilla ha aprendido unas cuantas plantas, el perro no y yo he de decir que me ha sorprendido la enorme variedad que hay y cómo se adapta cada uno de esos seres vivos al medio en el que viven… en el que vivimos.

Quizás lo que más saco de todo esto es cómo nos acercamos a las plantas con un criterio de utilidad, desde nuestra óptica, como si se tratara de algo estático creado y dispuesto para nuestro sustento. Y cómo al darle la vuelta ves todas las estrategias que llevan a cabo para poder existir y empiezas a valorarlas por lo que son; no tan solo por lo que ofrecen, tanto a nosotros como al entorno en el que arraigan. Algo que al final no es muy difícil de trasladar a nosotros mismos.

Espero que te haya servido también a ti y que al pasear puedas apreciar la inmensa diversidad que ofrece este, supuestamente, pobre y reseco monte.

Dejo aquí también las páginas a las que he recurrido más a menudo.

Muy buena aplicación para identificar plantas.

Web y aplicacion. Genial para consulta de árboles y arbustos.

Buena información y acceso a los nombres en valenciano.

En todas las búsquedas por una o por otra he acabado en esta página y siempre sacaba algún dato más de lo que llevaba recopilado hasta entonces.

La que usamos para todo, es una buena herramienta para comenzar la búsqueda, aunque es recomendable contrastar la información.

Quedan cosas en el tintero, entradas por revisar (tengo pendiente un segundo round con el romero que me da que me he colado) y muchas más plantas por descubrir en el monte. Pero eso ya queda para más adelante.

¡Feliz 2021!

sábado, 26 de diciembre de 2020

Smilax aspera, zarzaparrilla, sarsaparrilla, aritjal, aritjo

En las zonas de pinos encontramos a esta planta en forma de liana, enroscándose en la vegetación, llegando a formar barreras impenetrables tocadas del rojo vivo de sus bayas.

La zarzaparrilla es un arbusto de la familia de las smilacáceas, de tallos delgados de 1 o 2m de alto, cubiertos de espinas para enroscarse y trepar por otras plantas. Tiene una gran raíz subterránea sobre la que crece su base amplia y leñosa en zonas sombreadas casi en cualquier tipo de suelo.

Sus hojas son alternas, triangulares, oblongas u ovadas con la base hastada o sagitada y pequeñas espinas en la base del peciolo y en el margen.

Desde agosto a octubre saca sus flores muy aromáticas de color verde-amarillentas en racimos axilares llamados umbelas.

Su fruto es una baya roja-negruzca que contiene de 1 a 3 semillas.

El término Smilax proviene del mito griego la ninfa Smilax, que al no poder estar con su amado se suicidó transformándose en una planta trepadora. El epíteto latino aspera significa rugosa.

La zarzaparrilla tiene propiedades diuréticas y diaforéticas además de utilizarse para tratar el reumatismo, enfermedades de la piel, gripe o gota. Para los usos medicinales se utiliza la raíz ya que el fruto es tóxico.

Pero sin duda el uso más conocido es el de cierta bebida que, con el mismo nombre de la planta, refrescaba las gargantas secas de más de uno hasta que llegaron los refrescos y bebidas carbonatadas mucho más conocidos hoy en día.

sábado, 19 de diciembre de 2020

Quercus coccifera, coscoja, coscolla, coscoll, garric.

Al pasear hay que alzar la mirada, hasta el horizonte del llentiscle, el margalló, el enebro y el espino negro, para poder apreciar la impenetrable maraña verde de hojas espinadas que es la coscoja.
Se trata de un arbusto perenne de corteza lisa y gris (aunque se cuartea con la edad), muy ramificado y que no suele exceder los 2m, salvo cuando crece en forma de árbol pudiendo superar los 10m.
Arraiga bien en suelos pobres, incluso yesosos, se adapta bien a los incendios, soporta sequías de larga duración y sucumbe a las heladas; se reproduce en noviembre y diciembre por semilla, pudiendo germinar antes de caer del árbol,  y por brotes de raíz y cepa. Es una planta alineada con estas tierras; de hecho si las condiciones de sequía y temperatura se atenuaran la coscoja tendería a desaparecer y en su lugar haría aparición la encina.

Sus hojas, de 1,5cm de largo y 1-2cm de ancho, son alternas, ovales, coriáceas, rígidas, de un verde intenso por ambas caras, peciolo corto y lampiñas con el margen dentado. Es ese margen dentado lo que las diferencia de las hojas de la encina, aparte de que estas últimas tienen un tono grisáceo en el envés.

Florece en primavera. Es una especie monoica. Las flores masculinas se agrupan en una especie de ramilletes llamados amentos, colgantes, muy cortos, llegando a parecer erectos y algo pubescentes. Las flores femeninas nacen solitarias o en pequeños grupos de 2 a 3.

El fruto, una semilla con 2 cotiledones, madura anual o bienalmente en bellota oval, sostenida por una cúpula con escamas punzantes revueltas hacia atrás que la diferencian de las bellotas de otras plantas.

El término latino quercus, -i (roble) agrupa a todos los árboles de bellota.

El epíteto coccifera (que tiene agallas), viene del verbo latino fero (llevar) y de coccum, -i (coscojo o agalla de los robles), además hace referencia al quermes o cochinilla, la hembra redondeada de un insecto hemíptero (kermes vermilio) que al depositar sus huevos produce una agalla rojiza con la que se elaboraba un colorante carmesí.

Este colorante, muy apreciado en roma, fue uno de los principales usos extensivos que el ser humano hacía de esta planta, ya que los romanos apreciaban ese tono carmesí purpúreo con el que teñían las ropas de los altos mandatarios. Según apuntan en arbolapp, de acuerdo a los escritos de Plinio el Viejo, los hispanos pobres pagaban parte de sus tributos a Roma con el grano tintóreo llamado cusculium, que no era otra cosa que las cochinillas que proporcionaban el colorante.

Entre los usos más comunes estaban la utilización de la corteza y raíz (por su alto contenido en taninos) para curtir pieles. La elaboración de un colorante negruzco usado en la antigua Grecia para teñir el cabello. Y, quizás el uso que por exceso más daño ha hecho a la especie, el uso de su madera para elaborar cisca o carbón vegetal.

Estos usos, por abuso, han reducido la presencia de esta planta; de hecho es una planta de aprovación regulada en Murcia y aparece en el catálogo vasco de especies amenazadas.

La verdad es que en su medio, sin intervención humana, es una de las últimas especies en desaparecer por falta de precipitación, una de las integrantes de la vegetación impenetrable llamada maquis, un modo de protección para la nidificación de aves y un medio de alimento para zorros, roedores y jabalíes.

sábado, 12 de diciembre de 2020

Thymus vulgaris, tomillo, timoncillo, timó, timonet o tomello


En terreno rocoso y poca sombra crecen estas pequeñas matas leñosas, similares a árboles en miniatura cubiertos de verde gris, pintados en primavera de blanco rosado al final de sus ramas.


El tomillo es un subarbusto perenne de la familia de las labiadas que se alza del suelo entre los 10 y los 40cm. Muy ramificado, de tallos tortuosos y erguidos.


Sus hojas son pequeñas enteras, oblongo lineares, sésiles de bordes enrollados y tormentosas en el envés.


En primavera crecen sus pequeñas flores de color blanco o rosado. Son hermafroditas o femeninas, melíferas, de corola bilabiada con brácteas más anchas que las hojas, estambres no incluidos en la corola y agrupadas en corimbos (inflorescencias abiertas racimosas que crecen en las partes terminales de los tallos).


Su fruto, en caméfito, contiene 1 o 2 semillas diminutas de forma esférica.

El término Thymus proviene del griego Thymon que a su vez parece provenir de Thyein (olor o aroma) haciendo justicia a su intensa y característica fragancia.

El epíteto latino vulgaris significa vulgar o común.

Entre sus nombres comunes se encuentra el de tomillo, boja, timoncillo y, en estas tierras, timó, timonet o tomello.


Ya en la antigüedad se tienen noticias de esta planta. Entre otros usos, parece ser que en Egipto era conocida como Tham y se utilizaba para lavar a los muertos. En Grecia le otorgaron el nombre por el que hoy la conocemos y en la Edad Media era costumbre que las damas la ofrecieran junto a un pañuelo a sus caballeros como amuleto y símbolo de valor.

Pero si existe un uso característico ese es sin duda, debido a su intenso aroma, el gastronómico. Y es que la capacidad de transformar platos de esta planta es tan impresionante como la del romero, siendo el punto clave de guisos, carnes, pescados y verduras: sirva como ejemplo la "sopa de tomillo" típica de la serranía, donde la sencillez de una rodaja de pan con aceite y sal casa a la perfección con un simple caldo de tomillo.


En cuanto a sus propiedades medicinales el tomillo es antiséptico, usándose para úlceras y heridas, estimula el crecimiento de los glóbulos blancos, adecuado para el tratamiento de bronquitis, laringitis, trastornos digestivos, es también antidiarreico y antiinflamatorio.


sábado, 5 de diciembre de 2020

Salvia rosmarinus (rosmarinus officinalis), romero, romer, romaní


Seco, leñoso, gris y resquebrajado.
Verde, oleoso, tierno y aromático.

El romero es una planta leñosa perenne y enhiesta que rara vez llega por estos lares a los 2m de altura (existe una variedad, el romero rastrero, más achaparrada). Sus múltiples tallos en la juventud están cubiertos de cierta vellosidad que pierden al tomar el color grisáceo y la corteza resquebrajada propios de la vejez.


De origen mediterráneo, crece en una gran variedad de suelos desde el litoral hasta la montaña, arraigando a la perfección en los suelos secos y arenosos que nos rodean; siendo el compañero perfecto de tomillos, romeros, coscojas y algarrobos.


Sus hojas, pequeñas y abundantes, son opuestas, enteras, sésiles, coriáceas, de forma linear lanceolada, margen revoluto, anverso verde y envés tormentoso de un color blanquecino-grisáceo.

En primavera y otoño crecen, en la unión de la hoja con el tallo, sus flores de 5mm de largo de color azul, rosa o blanco, bilabiadas de una sola pieza, con cáliz verde o algo rojizo. Son flores muy aromáticas y melíferas que surgen en la parte superior de las ramas.


Su fruto, encerrado en el fondo del cáliz, es una tetranácula de 1,5 - 3mm por 1 - 2mm ovoide, de color parduzco con una mancha clara en la zona de inserción.


A finales del s.XVIII, Carlos Linneo fijó el nombre de esta planta en Rosmarinus officinalis pese a la gran similitud entre el romero y la salvia, debido a una diferencia existente entre los estambres de ambas plantas. En el 2017, la revista taxon de la Internacional Association for Plant Taxonomy cambió el nombre a Salvia rosmarinus, incorporando el romero como una de las múltiples especies dentro del género de la salvia.


De acuerdo a la nueva nomenclatura, el término salvia proviene del latín salvare (curar) por las propiedades curativas de algunas especies del género. El epíteto rosmarinus proviene del latín ros (rocío) y marinos (marino), aunque también puede provenir del griego rhops (arbusto) y myrinos (aromático). 

El epíteto officinalis de la vieja nomenclatura hace referencia a los usos terapéuticos de la planta.

Como algunas otras plantas que ya hemos ido viendo, el romero aparece en el edicto de Carlomagno: Capitulare de villis vel curtis imperii, debido a sus múltiples propiedades medicinales.



Y es que aunque se trata de una planta muy apreciada por su valor ornamental, sus popiedades medicinal han sido la principal causa de su relación con el ser humano.


Muy apreciada en gastronomía como hierba aromática, capaz de dar un vuelco a cualquier plato, casa a la perfección con carnes, patatas y guisos, especialmente con platos autóctonos como el arroz caldoso o, cómo no, la paella.




En cuanto a sus múltiples usos medicinales, podemos diferenciarlos entre usos internos y externos.
Un uso interno, principalmente mediante infusión, ofrece propiedades estomacales, antiespasmódicas, carminativas, antihistéricas, emenagogas, estimulantes, aromáticas, tonificantes, coleríticas, colagogas, diuréticas, mucolíticas, antisépticas. 



El uso externo presenta propiedades antisépticas, parasiticidas, analgésicas, antiinflamatorias, cicatrizantes y desinfectantes.


Pero la principal propiedad en su estado natural y sin duda la más importante, es la misma que presentan otras plantas de la zona: la de arraigar bien en suelos degradados, evitando la erosión y la desertificación de un territorio con lluvias escasas y muy concentradas en el tiempo. Por eso mismo, el romero forma parte de nuestro monte y, en parte, gracias a él nuestro monte existe.